Brilla, pero no te quemes: los mejores protectores solares para el verano

El protector solar no es solo un producto imprescindible para las vacaciones. Es la protección diaria de tu piel, especialmente cuando el calor aprieta y el índice UV se dispara. Tanto si pasas el verano en la playa como si lo pasas en tu escritorio junto a una ventana soleada, un buen protector facial con FPS debe ser como una segunda piel: ligero, transpirable y fiable.


Los protectores solares más nuevos por fin lo han conseguido. Sin efecto blanco, sin acabado pegajoso, sin desaparecer a la hora del almuerzo. Solo protección sólida con texturas inteligentes y ligeras que se adaptan bien al maquillaje y son ideales para pieles sensibles, propensas al acné o simplemente acaloradas.


Lo que hace que un protector solar sea mejor que otro suele depender de pequeños detalles: cómo se siente, cómo se aplica, cómo reacciona después de un par de horas a 30 grados de temperatura.


¿La buena noticia? Hay muchas opciones que se sienten bien, aguantan el calor y realmente funcionan con tu rutina. El truco está en encontrar uno que quieras usar todos los días, no solo en vacaciones.